Luego del Ecuador haberse dirigido a una segunda vuelta para reelegir a su presidente, El presidente ecuatoriano Daniel Noboa fue declarado ganador de las elecciones presidenciales celebradas este domingo, en medio de un clima de violencia sin precedentes y una creciente crisis energética que ha sacudido al país sudamericano. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, anunció que con más del 90% de los votos escrutados, la tendencia a favor de Noboa es “irreversible”.
Noboa, de 37 años, obtuvo un 55.66% de los votos frente al 44.34% de su rival, la abogada y ex asambleísta Luisa González, según datos preliminares del CNE. La diferencia supera el millón de votos, consolidando una victoria clara para el joven mandatario, quien asumió el poder por primera vez en noviembre de 2023 tras ganar una elección extraordinaria.
Durante una asamblea con sus simpatizantes en la ciudad costera de Olón, Noboa celebró su triunfo y lo calificó como “histórico”. “Una victoria por más de 10 puntos, una victoria por más de un millón de votos, donde no hay duda de quién es el ganador”, expresó el mandatario.
No obstante, su contrincante González, afín al expresidente Rafael Correa, rechazó los resultados y denunció un presunto fraude electoral.
“No reconocemos los resultados presentados por el CNE”, declaró ante sus seguidores en Quito. “Vamos a exigir el recuento de votos y la apertura de las urnas”, añadió, sin presentar pruebas concretas que respalden sus acusaciones.
El proceso electoral se desarrolló en un ambiente marcado por la violencia ligada al narcotráfico, que ha convertido a Ecuador en uno de los países con mayor tasa de homicidios en América Latina. Solo en los dos primeros meses del año, se registró un asesinato por hora. Noboa ha prometido mantener su política de mano dura, que incluye el estado de excepción y el despliegue militar en zonas conflictivas.
Con este nuevo mandato de cuatro años, el presidente planea continuar su “guerra” contra las bandas del narcotráfico y ha propuesto reformas constitucionales que permitirían el regreso de bases militares extranjeras al país. Además, firmó recientemente un polémico acuerdo de seguridad con Erik Prince, fundador de la excontratista militar estadounidense Blackwater.