El colegio de Santa Fe celebró su festival anual de primavera número 52º. Durante dos días, este festival reúne a vendedores y artistas del área y de diferentes estados, apoya a los estudiantes de Santa Fe en su participación del festival, y abre las puertas del planetario y museo de ciencia.
Visitantes caminaban por las calles, mirando el arte expuesto en los estantes de cada vendedor, comprando comida de camiones rodantes, y viendo conciertos de artistas locales. El colegio de Santa Fe celebró recientemente su festival anual de primavera número 52º. Durante dos días, este festival reúne a vendedores y artistas del área y de diferentes estados, apoya a los estudiantes de Santa Fe en su participación del festival, y abre las puertas del planetario y museo de ciencia.
A la entrada del festival cerca de la sala de bellas artes, se encuentran las tiendas de campanas con vendedores y camiones de comida locales, y también un puesto de información del colegio. Jiva Das, dueño de Blue Boy Pizza, fue vendedor de un camión de comida durante el festival.
Según él, eventos como el festival de primavera mantienen a la comunidad unida y ayudan a la economía.
“Una de las cosas que más resalta [del evento]... es la organización de cómo está todo alineado, el tipo de vendedores que hay, eso hace mucho el atmosphera del lugar,” dijo Das.
Al lado de los camiones, habían varios estantes con estudiantes y residentes locales vendiendo piezas de arte y manualidades de todo tipo, desde ropa hasta pinturas. Natalie Lassiter, una estudiante becada del departamento de bellas artes en Santa Fe, estaba vendiendo su arte impreso por primera vez. Según ella, la facultad la animaron a participar.
“Ha sido tan interesante para la gente ver mi arte y hablar sobre lo que vieron cuando pasaron [por mi estante]. Nunca he producido tanto de mi arte,” dijo Lassiter. “Viéndolo todo junto y arreglandolo de esta manera ha sido bien interesante. Me siento legítima.”
Aniya Maniffa, estudiante de Santa Fe en arquitectura quien está tomando clases de escultura, comparte un sentido similar.
“[Este evento] nos impacta porque podemos mostrarle a la gente que podemos producir algo genial,” dijo Maniffa. “Podemos compartir nuestro arte que no es el mejor [desde nuestra perspectiva], pero del punto de vista de otros, se ve bien. Yo creo que ha impactado mi confianza.”
Detrás de la sala de bellas artes y las carpas exhibiendo arte de estudiantes estaban los estantes dedicados a los artistas de fuera de Gainesville y de la comunidad. Para visitantes como Maloy Williamson, esto fue lo que más le resalto del evento.
“Hay una muchacha (en este festival) a quien yo sigo en Instagram. Ella es una pintora local… voy a comprar una de sus pinturas para mi casa porque ella es increíble,” dijo Williamson. “Me encanta apoyar a los artistas locales… Es su negocio, es su anhelo, y es una forma de ingreso. Al final del día, estás comprando un producto único.”
Según Herb Brown, un vendedor de prendas de Emerald Coast quien ha participado en el evento en años pasados, siente la fuerza de la comunidad cada vez.
“Quizás es porque estamos en un colegio, pero los patrones aquí conocen bien las bellas artes. [Mi parte favorita del evento] ha sido las personas,” dijo Brown. “Son amigables. [La atmósfera] me hace querer regresar.”
Varios artistas y grupos interpretaron su música en dos escenarios del lugar. Rebecca Huaman, estudiante de UF, quien vino con su amiga Christina Rodriguez, compartió sus primeras impresiones del festival. Ella dice que aunque ha ido a festivales de artes prominentes en el pasado, le impresiona todo lo que hay por hacer.
“Honestamente, no hemos terminado de explorar. El festival es masivo,” dijo Huaman.
Saliendo del Rock Cycle Garden se encuentra el Planetario y museo de ciencia. Dentro del museo de ciencia de Santa Fe, habían varias actividades, como recorridos del Rock Cycle Garden y el museo, una zona en donde los niños pueden buscar fósiles y tesoros, y una área para tocar a las tortugas.
Taylor Neilly, residente de Gainesville quien asistió a Santa Fe antes de transferirse para UF, dice que le emociona como el festival ha ido creciendo a través de los años.
“Es fantástico que estén incorporando elementos del colegio en el evento,” dijo Neilly. “Haciendo la búsqueda de tesoros, viendo el edificio de ciencia, y tenerlo afuera es bonito.”
Neilly destacó como la variedad de actividades pudo entretener a todos los miembros de la familia, incluyendo a su abuela de 88 años y niños de cuatro y seis años.
“Es genial que hay muchas cosas impresionantes para hacer para todo los grupos de edad. Estamos todos disfrutando [el evento],” dijo Neilly. “No hay muchas cosas que incorporan actividades en que puedan participar gente de todas estas generaciones.”
Mike Ransaw, quien estaba disfrutando de las interpretaciones de la plataforma del Rock Cycle Garden con su hijo Ryan Ransaw, notó la diversidad de cultura que brinda el evento.
“Hay una cultura diversa aquí. Las artes y manualidades son naturalmente diversas con varios aspectos, contextos, etnicidad y regiones geográficas,” dijo Ransaw. “El impacto financiero, cultural y social es tremendo para esta área. Definitivamente voy a regresar en el futuro.”
Lassiter dijo que le impactó cómo le importaba a todo el mundo el valor del arte.
“Todo el mundo está bien emocionado por estar aquí mirando al arte,” dijo Lassiter. “La gente verdaderamente quiere ver las piezas de arte y esa es la razón por la cual están aquí.”