Gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, junto a su esposa Beatriz, acuden a las urnas a votar a favor de la estadidad. (foto: La Fortaleza)
Los puertorriqueños votaron este domingo en deseo de convertirse en el estado 51 de los Estados Unidos.
Miles de ciudadanos acudieron a las urnas en un referéndum no vinculante para opinar sobre el estatus político de la Isla. Con aproximadamente el 23% de la participación electoral, la opción de "estadidad" fue elegida con el 97% de los votos, lo que equivale a un poco más de 502 mil electores. La Independencia logró un 1,5% por ciento de los votos, y la alternativa del estado actual Estado Libre Asociado (ELA) un 1,3%.
Resultados de la participación electoral, de la página de la Comisión Estatal de Elecciones (ceepur.gov)
Esta consulta se llevó a cabo en medio de una significativa crisis económica, y estuvo marcada por la polémica. Los principales partidos opositores llamaron al boicot del plebiscito hace unos meses, lo que causó una abstención sin precedentes que socava la representatividad del referéndum. Además, el Congreso de los Estados Unidos no ha dicho si aceptará los resultados, lo que hace que aún con la victoria de la estadidad, el camino a ésta sea por ahora incierto.
Este es el quinto referéndum que se realiza en 50 años. El primero se llevó a cabo hace 45 años en 1967, bajo la administración de Roberto Sánchez Vilella, dl Partido Popular Democrático (PPD). El segundo fue en 1993 bajo el gobierno de Pedro Rosselló González, del Partido Nuevo Progresista (PNP) y padre del actual gobernador Ricardo Rosselló. Cinco años después, se llevó a cabo el tercero; en ese entonces, el presidente del Partido Popular Democrático, Aníbal Acevedo Vilá, logró que se introdujera en la papeleta la opción 'Ninguna de las Anteriores', que obtuvo el primer lugar con el 50.3% de los votos.
Líderes del Partido Nuevo Progresista celebran el triunfo de la opción de "Estadidad" en el plebiscito del 11 de junio. De izquierda a derecha, ex gobernador Carlos Romero Barceló, ex gobernador Pedro Rosselló, gobernador Ricardo Rosselló y presidente de la Cámara de Representantes Carlos "Johnny" Mendez (foto: La Fortaleza)
La última consulta de estatus fue en el 2012 bajo Luis Fortuño Burset del PNP. Este plebiscito fue el más controversial, gracias a las dos preguntas que presentaba la papeleta. La primera pregunta era si la persona quería o no permanecer con su estatus actual territorial. Luego, si contestaba SI, entonces no tenía que responder la segunda pregunta. Si se contestaba NO, se tenía que seguir a la segunda pregunta donde se le daba a escoger entre la Estadidad, el Estado Libre Asociado Soberano o la Independencia. Un 50% dijo que NO, 46% dijo que SI en la primera parte de la consulta. De la mayoría del NO, un 61.13% voto por la Estadidad, 33.32% por el ELA Soberano y 5.54% por la Independencia. La mayoría de los votos válidos favoreció por primera vez entonces a la opción de convertirse en un estado de EE UU.
Ese resultado se repitió mucho más contundente este domingo. Sin embargo, sólo porque ganó la opción de “estadidad”, esto no significa que la isla caribeña se convertirá en un estado. Puerto Rico está sujeto a la "cláusula territorial" del artículo IV de la Constitución de los Estados Unidos, y por ende depende del Congreso para cambiar el estatus del territorio. En 2012 el "Grupo de Trabajo del Presidente sobre el Estatus de Puerto Rico", recomendó que el presidente y el Congreso deben promulgar rápidamente lo que los puertorriqueños escojan en las urnas.
Como lo requiere la ley, el Secretario de Estado notificará al Congreso y al Presidente de los Estados Unidos. Es improbable que el Congreso, que es controlado por el partido Republicano, haga el cambio, ya que los puertorriqueños tienden a votar a favor del partido demócrata. Además, alterar los números del colegio electoral podría causar polémica con otros estados de la unión.
Nuestro grupo de Noticias WUFT entrevistó a tres líderes de los principales partidos puertorriqueños para conversar sobre el plebiscito:
Ex-Gobernador Aníbal Acevedo Vilá, Partido Popular Democrático
Acevedo Vilá fue gobernador de Puerto Rico del 2005 al 2009. El piensa que este referéndum es una pérdida de tiempo.
“Lamentablemente este es un plebiscito, que por múltiples razones no tiene ninguna legitimidad, no va a tener ningún efecto real en los Estados Unidos; no va a adelantar la discusión del derecho a la autodeterminación del pueblo de Puerto Rico,” dijo Acevedo Vilá. “Se da en un contexto donde el gobierno en el poder primero aprobó esta medida sin ningún tipo de diálogo con la oposición o con los grupos de la sociedad civil, eso de por si le quitaba legitimidad ante el país, y lo hizo de tal forma para tratar de garantizar artificialmente una victoria de la estadidad.”
Acevedo Vilá agregó que el proceso ya “ha sido invalidado por el propio gobierno de los Estados Unidos” y que viene desde una “obsesión ideológica” del Partido Nuevo Progresista pero que “no representa la mayoría del pueblo en medio de una crisis económica, en momentos en que le estas quitandole beneficios a los jubilados del gobierno, cuando estás cerrando escuelas, y estás quitandole dinero a la Universidad de Puerto Rico.”
Acevedo Vilá también dice que Estados Unidos nunca ha adoptado como política pública la anexión de Puerto Rico, ni lo va a hacer ahora, por lo que la mejor solución en su opinión es renegociar el actual estatus y “convertirlo en una relación de asociación política que de verdad funcione desde la perspectiva económica para el beneficio de ambos países.”
“Estamos perdiendo el tiempo en unos esfuerzos de estadidad que no tenían posibilidades en el pasado y con un gobierno de Donald Trump y una crisis económica mucho menos,” agregó el exgobernador.
Senador Juan Dalmau, Secretario General y Senador por Acumulación del Partido Independentista Puertorriqueño.
Tanto el Partido Independentista Puertorriqueño como el Partido Popular Democrático propusieron un boicot al plebiscito en Febrero. Dalmau, uno de los líderes independentistas más reconocidos de Puerto Rico, dijo que la relación con Estados Unidos ha sido perjudicial para la isla.
Además, Dalmau rechazó la votación del domingo por incluir la opción actual.
“Decidimos ir al boicot como una forma militante de protesta consciente en repudio a la inclusión de la colonia en este plebiscito. Ese modelo colonial, que ya fue repudiado por los puertorriqueños, no puede ser la opción que contenga la papeleta en un plebiscito que es para la descolonización, el problema no puede ser la solución.”
El senador dijo que se debe acudir a las naciones unidas para denunciar en el comité de descolonización el resultado de ese plebiscito y seguir insistiendo en Estados Unidos a que “el congreso asuma su responsabilidad constitucional de disponer del territorio y abrir puertas para que Puerto Rico se dirija a su soberanía.”
Dalmau insiste que el gobierno norteamericano no va a atender el problema de Puerto Rico “mientras la crisis económica, política, social que enfrenta Puerto Rico se mantenga como un problema de los Puertorriqueños” y no se responsabilice a los Estados Unidos como causante de la crisis.
Representante Jose Enrique Melendez, Partido Nuevo Progresista.
Finalmente, el Representante del Partido Nuevo Progresista, José Enrique Meléndez, dice que la búsqueda por la estadidad no es sin precedentes, y que por ahora, sigue siendo la mejor opción para la isla.
“Yo se que hay una preocupación económica por Puerto Rico, particularmente por el estatus,” dijo Meléndez. “Pero ninguna de las jurisdicciones territoriales que se convirtieron en estado estaban en buenas condiciones particularmente Alaska y Hawaii que fueron los últimos dos estados que se incorporaron a la unión.”
Meléndez dice que fueron precisamente esas dificultades económicas lo que motivó a los ciudadanos de esos territorios a perseguir la estadidad, y que luego de que se les otorgó, éstos “experimentaron un crecimiento económico increíble en los 10 años después y ha sido de alli en adelante grandísimo.”
Meléndez, junto a su partido, creen que en Puerto Rico se vislumbra algo parecido.
“La situación del gobierno estatal no va a cambiar de la noche a la mañana,” dijo. “Pero si va a facilitar la transición para que Puerto Rico pueda comenzar a salir de la crisis porque va a tener unas herramientas para competir de tú a tú con otros estados, por obviamente los empleos, desarrollo económico, fondos federales que le corresponden como estado que hoy no tiene. Además habrá seguridad para los inversionistas.”
Meléndez también dice que si cree que el Congreso estaría dispuesto a otorgarle la estadidad a Puerto Rico.
“Yo se que hay sectores ultra conservadores que no les encanta la idea de un estado hispano,” dijo. “Pero los beneficios que adquieren con un estado como Puerto Rico, como un puente con latinoamérica, es inmenso. Además, ya es tiempo de que se les hagas justicia a los puertorriqueños.”