Los Florida Gators “son como una caja de chocolates, nunca sabes qué te puede tocar.” Con 90.465 personas en las gradas y el aire de Thanksgiving acercándose, la afición llegó con esperanza de empezar la semana con motivos para sonreír. En su lugar, recibieron una dosis más de la historia de esta temporada, una que ha sido tan impredecible como dolorosa. Y para rematar, Tennessee decidió romper la racha de 22 victorias consecutivas de Florida contra ellos en Gainesville. Era una de esas marcas que parecían intocables, como cuando encuentras un billete en un pantalón viejo y juras que te está yendo bien. Pues no. Esta vez, ni eso.
Los Gators se midieron a los Tennessee Volunteers, clasificados número veinte del país, liderados por un Joey Aguilar que salió impoluto y marcó el ritmo desde el kickoff. Florida ganó la moneda y decidió recibir. Nadie entiende por qué siguen regalando la primera posesión cuando ser golpeados temprano ha sido un problema recurrente. Puede que sea estrategia o puede que sea terquedad, pero los resultados hablan solos.
Tennessee recorrió el campo sin resistencia y Aguilar encontró a Ethan Davis con un pase de 23 yardas para abrir el marcador La primera serie de Florida terminó exactamente como empezó, con nada. Tres y fuera y la pelota de regreso para Tennessee, que por ese punto ya jugaba con confianza absoluta. La siguiente posesión terminó con otro touchdown, esta vez con un acarreo acrobático de una yarda de DeSean Bishop. El primer cuarto fue una avalancha naranja. Tres posesiones, tres touchdowns, 191 yardas totales para Tennessee contra una solitaria yarda para Florida. Sí, una. Así de brutal fue el Arranque.
El segundo cuarto no trajo alivio. Bishop volvió a anotar para su segundo touchdown de la noche. Florida finalmente consiguió un primer down, pero fallaron un cuarto y una y entregaron el balón en campo corto. Y como si fuera poco, Tennessee convirtió un tercera y diecisiete, gracias a una escapada de 52 yardas de Star Thomas. Él mismo terminó la serie con una anotación por tierra que puso el marcador 28 a 0.
Después de un intercambio de posesiones sin frutos, DJ Lagway brindó un momento de vida con una corrida explosiva de 38 yardas que levantó brevemente el ánimo de The Swamp. Pero cuando Florida tuvo la oportunidad de recortar la distancia, Trey Smack falló un intento de 38 yardas, algo poco común en él. Y como dice el dicho, lo que no haces te lo hacen. Max Gilbert conectó un intento de 26 yardas para cerrar la mitad con Tennessee arriba 31 a 0. La estadística al descanso fue tan tajante como el marcador. Tennessee sumó 323 yardas totales contra 110 de Florida y los Gators se fueron al vestuario sin convertir un solo tercer down, 0 de 5.
El tercer cuarto pasó sin puntos, aunque Florida mostró un poco más de estructura defensiva, frenando el ritmo que Tennessee impuso desde el inicio. En el último cuarto, Smack anotó un intento de 46 yardas que extendió la racha histórica de Florida a 467 juegos consecutivos sumando puntos, un récord de la NCAA.
Luego, Lagway lanzó un pase de 33 yardas a Jadan Baugh y completó la jugada de dos puntos. La segunda mitad de Florida fue significativamente mejor y ganaron en yardas totales tras el descanso, pero Tennessee había sido mucho más eficiente desde el arranque. Cuatro touchdowns en un cuarto y medio crean un hueco que simplemente no se puede remontar con esfuerzos tardíos.
Baugh terminó con 96 yardas por tierra y Lagway añadió 40 más. En defensa, Jayden Woods tuvo la mejor actuación de su carrera con ocho tacleadas. Tennessee terminó con 452 yardas totales y dominó la posesión del balón durante 35 minutos y 42 segundos, dejando a Florida con solo 24 minutos y 18 segundos de juego con control.
Los Gators caen a 3 y 8 en la temporada, 2 y 6 en SEC, mientras Tennessee mejora a 8 y 3. Florida buscará cerrar una temporada dolorosa con algo de dignidad en su último partido en casa ante Florida State.