Lo que parecía el inicio de una remontada en la temporada terminó convirtiéndose en otra frustración para los de Naranja y Azul. Después de vencer a Texas la semana pasada y romper una racha negativa, muchos pensaron que el equipo estaba listo para dar un salto. Pero la realidad fue distinta. Texas A&M impuso su ritmo desde el segundo cuarto y mantuvo su invicto con un sólido 34 a 17, dejando a los Gators con más dudas que respuestas y con un récord de 2-4 en la temporada.
Los Gators empezaron bien. DJ Lagway, jugando cerca de casa, completó 21 de 37 pases para 245 yardas y lanzó dos touchdowns. La ofensiva lució conectada desde el primer drive, con un avance de 75 yardas que terminó en anotación. Texas A&M respondió de inmediato y desde entonces el duelo se volvió un intercambio constante. El primer cuarto fue puro espectáculo con el marcador igualado a 14 y ambas ofensivas moviendo el balón sin dificultad. Lagway encontró a Dallas Wilson en la zona de anotación para empatar el juego, pero los Aggies volvieron a tomar la delantera con una carrera de Le’Veon Moss que puso el marcador 21 a 14 al descanso. Ahí cambió todo.
La ofensiva de Florida se apagó en el segundo tiempo. El equipo solo logró sumar un gol de campo y nunca volvió a ser una amenaza real. La defensa de A&M ajustó y presionó a Lagway, forzando errores y limitando los avances. Florida terminó con apenas 74 yardas por tierra y un promedio de 3.1 por acarreo. El equipo también tuvo problemas en momentos claves, convirtiendo solo una de diez terceras oportunidades y perdiendo dos balones que costaron puntos.
El tercer cuarto marcó el rumbo del partido. Un balón suelto de Vernell Brown III en territorio propio abrió la puerta a un gol de campo que amplió la ventaja de los Aggies. Florida respondió con un gol de campo de 45 yardas para acercarse, pero nunca encontró el ritmo necesario para remontar. En el último cuarto, con el marcador aún al alcance, Florida decidió jugarse una cuarta oportunidad en medio campo. El pase fue incompleto y A&M aprovechó el regalo con una serie larga de más de ocho minutos que terminó en un touchdown de Rueben Owen, de ahí no hubo vuelta atrás. En la siguiente serie ofensiva, Lagway perdió el balón tras un sack y el equipo rival sumó un último gol de campo para sellar el marcador.
Las estadísticas lo dejan claro. Texas A&M dominó el tiempo de posesión con más de 33 minutos con el balón. Sumó 417 yardas totales y convirtió nueve terceras oportunidades, mientras que Florida apenas logró 319 yardas y 15 primeros downs. La defensa de los Aggies fue dominante, capturó al mariscal en varias ocasiones y frenó el juego terrestre por completo. Vernell Brown III fue el receptor más productivo con 77 yardas, y J. Michael Sturdivant aportó 53. Jadan Baugh lideró el ataque terrestre con 65 yardas, aunque el equipo nunca pudo establecer una ofensiva consistente por esa vía. En cambio, los Aggies mostraron un ataque balanceado con 234 yardas aéreas y 183 por tierra. Marcel Reed no sólo lanzó un touchdown sino que también corrió para otro, y Moss y Owens se combinaron para más de 90 yardas y dos anotaciones.
La derrota vuelve a dejar en evidencia el principal problema de Florida: no logra ganar fuera de casa contra equipos de alto nivel. Ya son 14 derrotas seguidas en esa situación. Florida volverá a casa con la tarea de recuperar el rumbo ante Mississippi State. El rival no está en el top 10, algo que podría significar un respiro en medio de un calendario complicado.