Tras la declaración de independencia de Cataluña el pasado viernes, el gobierno español disolvió el parlamento catalán y convocó al ex presidente de la región Carles Puigdemont, y a otros diputados, a presentarse en una corte de Madrid el jueves, dos de noviembre. Puigdemont se encuentra actualmente en Bélgica y su abogado dice que no pretende regresar al país por ahora.
Para el catalán Francesc Morales, el movimiento independista debería ser considerado un conflicto político legítimo, pero dice que el gobierno español no lo reconoce como tal.
“Lo que estamos viendo en Cataluña va a ser el modelo de como las democracias se luchan, se defienden, y se atacan en las siguientes décadas,” dijo Morales, quien apoya la independencia.
El movimiento separatista catalán ganó fuerza en los últimos años. Morales, quien es instructor de la Universidad de la Florida, dice que el movimiento no es exclusivamente de derecha o izquierda. La causa ha ganado recientemente el apoyo de personas como él, quienes están descontentos con la forma de gobierno, y quieren que España pase de ser una monarquía a una república.
“Yo, y muchos como yo, decidimos que era más factible crear una república en Cataluña que en toda España,” dijo Morales, “aunque crea que la reforma en España es necesaria, pero esto es un primer paso.”
María González, quien nació en Valencia y se opone a los esfuerzos independentistas en Cataluña, también apoya una transición hacia una república. Pero González cree que estos son problemas con los que tiene que lidiar toda España.
“Las quejas que ellos tienen, las tenemos los demás también. ¿Pero qué les hace a ellos mejores o diferentes?” dijo la periodista de 39 años.
“No tiene ningún sentido,” dijo, “Cataluña no es un país independiente. Nunca lo ha sido.”
El aporte económico que la próspera Cataluña le brinda a España es uno de los principales argumentos que los independentistas usan. A su entender, el gobierno central recibe mucho más de ellos que lo que devuelve.
El referendo del primero de octubre, que fue declarado ilegal, concluyó en una violenta confrontación entre la policía del gobierno central y los catalanes que salieron a votar. Tanto Morales como González concuerdan que el incidente le dio más ímpetu al movimiento separatista.
“El gobierno catalán no tenía otra opción a nivel moral,” dijo Morales, refiriéndose a la declaración como una respuesta al incidente del referendo.
Morales cree que bajar la cabeza después de lo sucedido es permitir que tal violencia por parte de la policía sea aceptable.
Muchos catalanes argumentan que su derecho de separación se debe, en parte, a una diferencia cultural entre la región y el resto de España. González dice que este argumento tiene poco sentido para ella, y para la mayoría de los españoles.
“La diversidad y la variedad lingüística y cultural es propia de España al igual que es propia de otros países,” dijo. “Todos somos diferentes, pero al mismo tiempo podemos tener un futuro común.”
El gobierno español ordenó efectuar una nueva elección en Cataluña el próximo 21 de diciembre, para elegir a los nuevos representantes de la región.