
The Standard, Sweetwater, Hub on Campus, y Midtown Apartments son algunos de los apartamentos más populares entre los estudiantes en Gainesville. Todos ellos, conocidos como “viviendas estudiantiles fuera del campus” suelen ofrecer contratos de 12 meses de arrendamiento que van desde mediados de agosto a mediados de julio, partiendo del supuesto de que muchos estudiantes se van durante el verano y regresan a Gainesville para el semestre de otoño.
Sin embargo, estos contratos no toman en cuenta a los estudiantes que permanecen en Gainesville durante todo el año como aquellos que toman clases de verano, trabajan o realizan pasantías. Frecuentemente, los residentes deben mudarse a mediados o finales de julio si no renuevan su contrato en el mismo apartamento. Los nuevos contratos normalmente comienzan a mediados de agosto. Esto significa que, durante unas semanas, los estudiantes se quedan sin un lugar donde vivir. Volver a casa no es una opción, ya que deben seguir trabajando o asistiendo a clases. Entonces, qué hacen?
Valentina Muñoz, estudiante de segundo año en la Universidad de Florida, se hizo la misma pregunta. Durante el año académico 2024-2025, vivió en Hub on Campus pero para el próximo ciclo escolar, tiene contrato en un apartamento nuevo. La entrega de su nuevo apartamento tiene un periodo de espera de tres semanas, así que durante ese tiempo no tendría donde quedarse.
“Literalmente me asusté porque no tenía idea de que iba a haber tres semanas sin tener un lugar donde vivir, especialmente porque soy estudiante y estoy tomando clases de verano y voy a participar en el reclutamiento de mi hermandad, así que ni siquiera tengo tiempo para regresar a casa a descansar,” dijo Muñoz.

La compañera de cuarto de Muñoz para este próximo contrato, Katelyn Soto, tuvo el mismo problema. Muñoz y Soto trabajaron juntas para encontrar una solución. Durante las primeras dos semanas, se quedarán en apartamentos de diferentes amigas, y para la tercera semana, lograron encontrar un lugar donde hospedarse juntas.
“Fue difícil encontrar un lugar donde me sintiera lo suficientemente cómoda para quedarme durante tanto tiempo,” dijo Soto. “Siento que estoy invadiendo el espacio de los demás y no conozco bien a las otras personas que viven en el apartamento donde estoy.”
Tanto Muñoz como Soto se comunicaron primero con las oficinas de arrendamiento de sus respectivos apartamentos para intentar encontrar una solución. Sin embargo, ninguna administración pudo ofrecerles una alternativa. De hecho, según Soto, inicialmente le dijeron que podía extender su contrato por una semana, pero pocos días después la oficina de arrendamiento se retractó.
“Todo este proceso ha sido emocionalmente agotador porque tengo que depender de otras personas, no me siento cómoda sin tener mi propio espacio, y también ha sido un peso financiero porque tengo que comer fuera ya que no tengo un lugar propio donde cocinar,” explicó Soto.

Muñoz y Soto coinciden en que las compañías de vivienda estudiantil pueden hacer más para apoyar a los estudiantes durante esta transición.
“Todos los complejos de apartamentos deberían tener una opción para pagar por una mudanza anticipada,” propuso Muñoz.
Por su parte, Soto sugiere que “ofrezcan algún tipo de espacio de almacenamiento” para que los residentes no tengan que trasladar todas sus pertenencias varias veces en poco tiempo. Propuestas como estas podrían aliviar la carga emocional y económica que enfrentan muchos estudiantes cada verano
Noticias WUFT intentó comunicarse con Midtown Apartments, Sweetwater y StadiumHouse para debatir la situación pero no recibimos respuesta.