La Universidad de la Florida ha colaborado con un equipo de UF Health en la aprobación de protocolos para los estudiantes que residan o coman dentro de una fraternidad, vivan en una residencia universitaria o asistan a clases presenciales.
Uno de los protocolos más controversiales del programa Screen, Test and Protect de UF Health es la obligación de hacerse pruebas cada dos semanas. Sin embargo, la universidad no requiere a los estudiantes que tengan resultado negativo para ser aprobados para regresar a clase, fraternidades o dormitorios. UF justifica este protocolo porque no tiene la capacidad de examinar a todos los estudiantes a la misma vez.
Una estudiante de la facultad de enfermería, Dayanis Oliva, no ve el propósito de esto.
“Si tienes el estado de regresar a clase no significa que no tengas el COVID-19, entonces poniendo un estado así puede ser engañosos a los profesores y a los compañeros de clase”, reclama Oliva.
Además, algunos profesores no creen que este protocolo sea suficiente para garantizar la salud de ellos. La profesora del Departamento de Inglés Malini Schueller asegura que las clases en persona no iban a ser como antes. Ella considera que los profesores no están cómodos y la mayoría de los estudiantes están a través de la computadora.
“Siento que los estudiantes han sido engañados por la administración de la universidad y que pensaban tener clases en persona como antes, pero no es igual”, dijo la profesora.
La universidad dice que había mucha demanda de los estudiantes para regresar a las clases en persona. Ellos implementaron reglas para los profesores para asegurar la privacidad y la seguridad de los estudiantes. Por ejemplo, los profesores tienen que hablar con el estudiante que no esté aprobado, con el fin de que este vaya a clase en privado y no enfrente a todos sus compañeros. UF aseguró a los profesores que pueden exigir a los estudiantes que enseñen la aprobación de regresar a clase y si un estudiante se niega de irse o ponerse una mascarilla, el profesor puede llamar a la policía de la universidad.
El asistente de la vicepresidente de comunicaciones, Steve Orlando, expresó que la seguridad de los estudiantes es la prioridad de la universidad.
“El programa localiza rápidamente cualquier estudiante que dé positivo para el COVID-19 y los aísla rápido igual que los contactos que hayan tenido”, señaló Orlando.
Estas controversias han provocado una demanda por los profesores que se sienten amenazados de cumplir varias reglas. La universidad reclamó que si los profesores cambian la estructura de las clases en persona al internet o impulsan a los estudiantes que cambien al internet, verán acciones disciplinarias.
Los profesores quieren que por lo menos les ofrezcan la vacuna a quienes enseñan en persona o sean mayores. Pero la universidad no cree que el ambiente de clases es peligroso con las correctas precauciones tomadas.